dissabte, 5 de març del 2011

Por dicidir

Al margen de la docta valoración de la siempre respetable profesora.
Para que yo pueda saber si la descripción es aceptable, el título lo tiene que poner el lector.


De unos 14 metros de altura desde el suelo hasta el ápice, el ronco, desde siempre inclinado en dirección noroeste, de un color marrón oscuro, forma a la mitad de su longitud, a unos 5 metros del suelo una curva que le da un aspecto de fragilidad engañosa.

Está cubierto en toda su superficie por una especie de mosaico de rombos que son los restos de lo que un día fueron hojas cortadas por los jardineros o caídas por el paso del tiempo o el empuje desconsiderado de hojas jóvenes.

Acaba, el tronco, en un ensanchamiento en forma de copa de unos 80 cm de alto y cuya superficie es ligeramente más clara que el resto, en esta especie de copa, también se aprecian restos de hojas cortadas; pero no están recortadas con primor como es frecuente ver en sus semejantes, están desordenadas y desiguales como una cabellera despeinada.

De la boca de esta especie de copa, arrancan las hojas, estas están recogidas formando un manojo envuelto en un tejido de tiras de caña de 1 metro de alto reforzado en todo su perímetro por dos tiras de material plástico.

Esta especie de corsé de caña, deja ver unos 80 cm de hojas de un verde grisáceo.

El día que le quiten el corsé, las hojas lucirán como lucen todas las hojas de su especie formando una circunferencia alrededor del tronco de unos 3 o 4 metros de diametro.

Antonio Corrales Ceballos